jueves, 17 de febrero de 2011

A quien interprete a Esteban Cota


Esteban nace un caluroso día de Julio en el tercer piso de un hospital privado ubicado en avenida ejército nacional. Fue el segundo  producto de María Teresa Carrillo y Armando Cota, quienes después de haber viajado por el sur del país, deciden regresar a la capital para la recepción de Esteban.
Llega al seno de una familia conservadora y muy grande, tíos y abuelos entrados en la política y los primos más jóvenes, siendo educados en las escuelas particulares más demandadas en el país.  Aún así, Esteban crece en un sistema diferente que al resto de la familia con su hermana Andrea, mayor que él por 2 años.
<< ¿Hija que no vez en lo que estás cayendo? Los niños no aprenderán más que a convivir con esa gente proletariada, llena de prejuicios y malas costumbres. ¿Qué acaso no los quieres con una educación de calidad? >>  Decía su abuela paterna quien les reprochaba la mala actitud a sus padres. 

Esteban en la escuela descubre el amor por las cosas sencillas, la música popular norteña, el valor de la solidaridad y el compañerismo. La relación de los hermanos Cota se hace fuerte como el acero.  Comprende que uno aprende más en la calle que adentro de un salón de clases.   Los mejores años de su vida en compañía de la gente que pretende no salir del barrio jamás.
Por la presión hacia sus padres de parte de los abuelos maternos, los hermanos Cota son llevados lejos de sus amistades para estar en un colegio en la colina del Valle. Todo un proceso de cambios radicales para los Cota, quienes al llegar son tratados como una peste que debe de ser controlada.  Esteban se separa de su hermana, cuando ella entra a la universidad y él debe quedarse dos años más en el bachillerato.

<< Señora, no sé qué es lo que pasa con su hijo, se mete en problemas todos los días, tiene fuertes confrontaciones con casi todos los miembros de su salón y consejo directivo. Sé que vienen de una familia respetable, pero si no hacemos algo al respecto en el comportamiento del niño, habrá problemas serios  >>  Decía la directora del colegio a su madre, quien no podía explicarse el cambio repentino de actitud.
Dentro de los últimos meses del colegio, sufre el acoso repentino de una chica engreída y estrafalaria llamada Rosa Valdés, mujer de poco rendimiento escolar y malas compañías.
A pesar del problema escolar que tenía Esteban nunca fue en mal estudiante, comprometido con sus calificaciones  y de mantener contentos a sus padres; cuando Andrea sale de casa a  los 21 años, Esteban se sume un una extraña tristeza, ya que desde niños, solo contaban el uno con el otro. El acero se rompe de un extremo en la vida de lo hermanos Cota.

Esteban ahora se concentra en sus pasiones: el teatro callejero, los talleres de circo, y la creación literaria. Después de salir, y de no entrar a la universidad, consigue un trabajo en una librería en la colonia nativitas.  No podía llegar más estable a los 19 años. Ligado desde siempre a esa música popular que esuchaba en el barrio de tacubaya.

Por una casualidad repentina, encuentra a una joven que llama su atención en sus horas de trabajo. Paulina Mancuso. Después de ir a la misma librería durante más de 10 meses, Esteban la conoce perfectamente, al menos por los libros que toma en sus visitas.
Un  día decide seguirla al salir de la librería y se da cuenta tarde de que, ha llegado a un centro de superación personal.

domingo, 30 de enero de 2011

A quien interprete a Paulina Mancuso



Paulina nació el día que Murió Karl Heinrich Marx (14 de marzo),  al nacer gritó tan fuerte que su madre pensó que al salir se había lastimado. Su madre con lágrimas decía: “ni dios pudo haberla hecho más hermosa”

Amada por sus padres desde pequeña, que le procuraban un cuidado especial, Paulina vivió los primeros años de su vida con una sombra de egocentrismo muy marcada. << ¿Qué si mi hija necesita de un hermano? No, claro que no, ella es la única que nos importa ahora >>  Decía su padre cuando le preguntaban su no desearía tener otro acompañante para Paulina.
Aunque no se diera cuenta, a medida de que seguía mimada por el cariño de sus padres, no podía soportar la idea de que alguien no le pusiera atención. Su manera de comportarse se volvía grosera con los otros; enfrentó problemas con sus compañeros de clase  en la primaria por el hecho de alardear cosas que tenía ella y los otros niños no. 

<< Pero mamá, yo nada más les digo que soy especial y ya empiezan a molestarme. Yo no creo que quieran estar conmigo >> Reprochaba Paulina ante su madre cada vez que le preguntaba “¿Porqué no juegas con tus compañeros?”
Creció bajo la protección de una burbuja invisible que la encerró durante casi toda su infancia (la sobreprotección de sus padres no la dejaban ver más allá). Hasta que el gusano de la adolescencia y del descubrimiento apareció en su vida al cumplir los 14 años.

Tanto bien como mal le provocó el entrar a una secundaria de gobierno; un choque cultural y social tremendo, con el plus de los cambios hormonales, los grupos de chicas y de chicos. Los lúgubres años que nadie quiere recordar a esa edad. Aquello la hace cambiar de pensar y de parecer sobre el querer llamar la atención de todo el mundo. Se vuelve una adolescente introvertida y cerrada: amante de los juegos de rol, las cartas mágicas, el animé y el manga.

Nadie la recuerda al salir de la secundaria, si bien dicen que tenía una cara que podría ser invisible entre su grupo de compañeros de grupo. Comparte ciertas experiencias sexuales (la mayoría desagradables) con un chico en especial: Mauricio Ocejo.
Asunto que la deja con la idea de no volver a tener sexo con un hombre en toda su vida.

La suerte no cambia mucho con ella al entrar al bachillerato; ahora su pasión son los libros y el manga Gay (Yaoi) que compra a escondidas de sus padres en el centro. Adquiere un amor imprescindible por los gatos y la cultura japonesa. Presta atención por algunos muchachos de otros grados (la mayoría de un físico escuálido y alto) espiándolos cuando puede. 


<< Brillante, no hay duda. A veces debería de centrarse en otras actividades, tal vez algún deporte o un taller de costura. Nunca he dudado de su capacidad para las ciencias y las bellas artes >> Fue lo que dijo su profesor de cálculo diferencial a sus padres, luego de que recibieran una diploma que indicaba “mejor aprovechamiento académico” en el cuarto semestre de Paulina.

Al entrar al a universidad (UAM campus Xochimilco)  se convierte en una amante del hip hop francés y de los libros de Emilio Carballido. Del teatro que presentan en el centro y de las caminatas a media noche (aunque su inseguridad la hace reservarse ciertas pasiones, tales como vivir sola o llegar tarde a casa después de una fiesta con sus amigos los Otakus).
El único problema que castiga a  Paulina es: la profunda dificultad de poderse comunicar con los otros, como cuando era niña. Ese reclamo de atención que ahora es invisible.
Busca la ayuda en un grupo de auto superación.






A quien interprete a Rosa Valdés


(escrito por: Concepción de Mendizábal)

Rosa nació el 15 de mayo de 1990, era una bebe muy afortunada, o al menos eso parecía. Su padre, empresario, ganaba muy bien y nunca le falto nada a la niña.
Sin embargo Rosa no era una niña particularmente feliz. Su madre, Flor, la dejaba con la niñera para salir de compras, "Tener un hijo es una pesadez" les comentaba a sus amigas mientras se tomaban un café carísimo importado de algún lugar lejano.
Su padre no tenía tiempo para la chiquilla, a pesar de su amor incondicional hacia ella. El señor Rubén Valdés era un hombre que había sufrido para conseguir lo que tenía y no quería permitir que su hija tuviera una vida tan difícil. Su esposa y el tenían una relación complicada, pero se querían y no se hubieran separado por nada del mundo.
Rosa creció rodeada de sirvientes, se volvió una chica solitaria y desarrollo una gran curiosidad por la literatura clásica, que supo esconder muy bien de sus compañeros de clase, adinerados y altaneros.
Fue así como desde los 12 años la chica aprendió que era más importante buscar el vestido adecuado para la ocasión que las ideas que podía revelarle Sócrates. Sin embargo, siguió leyendo, en la noche, después de las reuniones sociales a las que tenía que ir con sus padres.
Entró a la carrera de Relaciones internacionales a los 18 años en una escuela particular, con nivel bajo y colegiaturas altas.
Rosa exigía todo de sus padres, pero la crisis también afecto a los ricos, y cuando, a los 20 años le pidió a su padre un coche nuevo (el suyo, le parecía que ya estaba muy usado, lo tenía desde hacía ya 3 años), él no pudo cumplir el capricho de su bebe por primera vez en la vida.
En su enojo, Rosa salió de la casa, en su "viejo" auto y chocó con un árbol. Ella nunca explicó si fue un accidente, o algo intencional, no contestó a las preguntas de su padre. Rosa, la chica inexpresiva sólo se quedo callada adentro del auto hasta que llegó una ambulancia y los paramédicos la sacaron del auto, sin que la chica hablara.
A parte de un rasguño pequeño y muy superficial en el cachete, Rosa no sofrío ningún daño, sólo lloro unas cuantas horas, mientras intentaban descubrir dónde vivía o el número de alguno de sus padres (que finalmente encontraron en el celular de rosa cuando lograron sacar su bolsa del coche).
Su madre desconcertada inscribe a su hija en un grupo de autosuperacion.(...)







martes, 25 de enero de 2011

A quien interprete a Mauricio Ocejo


(escrito por: Concepción  de Mendizábal Abellán)

Mauricio tuvo la desgracia de nacer el 29 de Febrero de 1992. Su madre decía que era un mal augurio. Su padre, Mariano Ocejo estaba indignado de que su único hijo no tuviera su nombre. Por esta razón, Mauricio fue llamado Mariano por su padre hasta los 12 años.


Mauricio era un chico particularmente despistado, tenía una imaginación muy volátil. “En las mañanas dice que su cama era un barco, mamá, yo no sé que tenga este niño. Luego a la hora de cenar llega con una manta en la cabeza diciendo que es un velo de araña "Decía Aurora a su madre en una charla telefónica.
El bajo rendimiento escolar de Mauricio y las quejas de las trabajadoras sociales llaman la atención de los jóvenes e inexpertos padres. Lo inscriben en un taller de dibujo infantil en la colonia Nápoles esperando que así logre canalizar su imaginación desbordante y sus conflictos para entablar relaciones con sus compañeros y maestros.
Sin embargo esto no es suficiente para controlar los problemas del niño y su padre, Mariano, decide ocuparse de su educación con mano dura, dejando de dedicarle tiempo a su esposa Aurora y deteriorando de esta manera su vida marital.
En esta época descubren la brillantez de Mauricio, que a pesar de comportarse como cualquier niño de 13 años, logra resolver problemas de una complejidad extrema.
Es así como el chico que parecía no tener futuro acaba la preparatoria y entra a la carrera de química en la UNAM a los 16 años.
Su gran ambición es crear una comida sintética instantánea, que este lista siempre para ser comida y no necesite ser calentada, de esta manera uno evita quemaduras y gana tiempo para hacer cosas más interesantes que cocinar.
A los 17 años lo invitan a una fiesta de final de semestre, bebe mucho, y recuerda poco de lo que sucede. Su padre lo espera en la casa, sentado en la sala, desde la 1 am hasta las 6 am, hora a la que el chico intenta llegar a su cuarto pasando desapercibido, apestando a  tabaco, alcohol y alguna otra substancia ilícita.
Mariano, en su enojo, le pide que haga su maleta. El joven, desesperado, encuentra como única solución pedirle asilo a su tío Bernardo Ocejo Benítez, hermano menor de Mariano, solterón de 39 años que vive en un departamento de la colonia Nápoles.
Ahí vive mientras continua con su carrera, siendo constantemente molestado por el tío B.O.B.

A quien interprete a Rodrigo Sotelo

(escrito por: Arturo Cortés)

Rodrigo Sotelo, hijo de padre Arquitecto y madre Ingeniera, aprendió desde muy joven a negarse a los extremos. Hábil conciliador de conceptos, por formación o vicio, nunca daba tregua hasta conseguir una mezcla ecléctica, funcional y bella.
Influenciado por su madre, amante del conocimiento, y su padre, ávido defensor de la estética, Rodrigo aprendió a ver la lógica y la belleza en las cosas. Para él no existía la una sin la otra.

Esta doble visión del mundo, lejos de ayudarlo, le complicaba decidirse a estudiar una Licenciatura: lenguaje matemático y eficacia en la Ingeniería, o la exquisita refinación técnica en las artes.
Conciliar ambos conceptos, algo natural en él, ahora resultaba imposible, pues enfocarse sólo a un campo de estudio iba contra sus principios.

Atrapado entre la razón y la creatividad, Rodrigo decidió evadir un tiempo la decisión y, para ello, encontró un empleo, naturalmente, muy mal pagado.
Rodrigo, aprovechando el tan criticado nepotismo, comenzó a ofrecer su fuerza laboral en un despacho, propiedad de su tío Román, herencia del abuelo.
Trabajar en un despacho requiere cierto código de vestimenta, percibido por Rodrigo como uno de los extremos del gradiente de la imagen personal.
Todos los días, obligado por dicho código inapelable, usaba traje y corbata.
Su atuendo laboral le resultaba dolorosamente incómodo, en especial los zapatos: no soportaba su rígida negrura torturando sus talones.

Rodrigo, siempre obediente al orden, acataba las reglas, pero siendo flexible se facilitaba la vida, sin meterse en líos. Rodrigo, consciente de la necedad de los abogados en portar zapatos “de vestir”, entraba al Metro con los zapatos en su mano derecha, y con sus pies metidos en unos suaves y ergonómicos tenis. Al llegar al despacho, intercambiaba tenis por zapatos y abordaba el elevador, para salir vestido de acuerdo a aquél vacuo requisito.
El tiempo libre abundaba para Rodrigo, pues en el despacho no se le asignaban tareas complicadas, por considerarlo inteligente pero no precisamente útil, quizá era más un estorbo que un colega.
Rodrigo, al no ser un estudiante, podía disponer de dichas horas de aburrimiento insulso en lectura edificante, como estudios filosóficos, investigaciones repletas de estadísticas, tablas con numerosas gráficas, y una que otra novela en prosa.

El afán de Rodrigo por aprender lo hacía un lector ágil y muy crítico, siempre buscando las motivaciones detrás de cada gráfica, estudio, hipótesis o párrafo; concertando acuerdos entre estético y exacto.

Rodrigo, luego de un tiempo, decidió estudiar Filosofía para buscar la razón existente detrás de la belleza, sólo así podía concebir la unión entre los dos hemisferios  cerebrales. No buscaba salvar a los ignorantes de las tinieblas de la ignorancia ni mejorar al mundo, sólo entender la coexistencia de sus elementos.
Rodrigo lo decidió en un instante, mientras se bañaba y el agua jabonosa abandonaba sus hombros, como si se tratara de una revelación.
No fue un capricho, sino un verdadero lapsus de clarividencia.

Con la mente despejada y con esperanza renovada, saliendo del Metro, encontró a aquella chica, dueña silenciosa de su corazón. Rodrigo había caído en sus embrujos lentamente, pues la veía a diario en el mismo vagón, mismo asiento y misma hora, como si la rutina matinal de ambos hubiera sido construida al unísono.
Ese mismo día, Rodrigo decidió hablarle; no esperaría más al Hado, pues una oportunidad áurea se presentaba ante sus ojos. Aquella chica hermosa, de ojos grandes e irritados por el llanto, absorta en su melancolía, se llamaba Alfonsina.


lunes, 24 de enero de 2011

A quien interprete a Rubén Montaros


La vida de Rubén se resume en una sencilla frase: donde habitan los cuervos, todos son obscuros.
De familia cerrada, conservadora y de ultra derecha, Rubén no tuvo mayor opción que la de irse de casa al cumplir 17 años. Con la atractiva ventaja de provenir de una familia, además, con buena economía y casas por todo el poniente de la ciudad.
Nunca terminó el bachillerato, se quedó a medio semestre a causa de un consumo en exceso de drogas sintéticas.
<< El problema fue que él al irse quiso formarse una imagen completamente contraria a su familia. Lo que no comprendo es por qué le siguen dando dinero>> Decía su amigo Bernardo a sus padres cuando le preguntaban: ¿cómo puede tu cuate llevársela tan tranquila?

Rubén asiste a un sinnúmero de lugares turísticos, zonas arqueológicas, malecones, museos, haciendas, fábricas, playas, selvas y a una iglesia en su estado de ocio. Aquello le dura  poco más de 4 años.
En algunas ocasiones recibía correspondencia de su madre preguntándole como estaba de salud y si no necesitaba dinero extra en el caso de una emergencia (que en el fondo le hubiera gustado escuchar de la boca de su hijo: pienso casarme y tener una familia)

Desgastado de la vida nómada, regresa a su departamento en San Pedro de los pinos a entregarse por completo a la vida laboral en una fábrica de rótulos y diseño.  Se interesa tarde por el dibujo a lápiz, y comienza a descubrir un talento perdido (ya cuando creía que en su vida nada podía sorprenderle).
Pero, como siempre fue rutinario de una vida transgresora ante el orden, aún se despierta tarde por la mañanas y desatiende las tareas domésticas.

Rubén no comparte sus momentos de otredad con nadie. Porque nadie quiere descubrirlos.